México a 18 de
febrero de 2021. Boletín # 7.
Al
Lic. Andrés Manuel López obrador. Presidente de México.
Al
Lic. Alejandro Hertz Manero. Procurador General de la Republica.
Al
Ing. Octavio Romero Oropeza. Director de Pemex.
A
la Ing. Norma Roció Nahle García, Secretaria de Energía.
A
los trabajadores petroleros del STPRM.
Al
pueblo de México.
Algunos elementos sobre la expropiación petrolera.
Aarón Soledad Hernández Jarillo.
La expropiación petrolera de 1938 la tenemos que ver en el
contexto de la revolución mexicana y sobre todo en base a los postulados de la
carta magna de 1917. En donde el artículo 27 constitucional jugo un papel
importante. Pero fueron las movilizaciones de los trabajadores petroleros y del
pueblo de México, las que determinaron la expulsión de las trasnacionales
petroleras de nuestro país, al grito de ¡¡no volverán!!
Breves datos de la revolución mexicana.
Los antecedentes del movimiento armado de México se
encuentran de manera muy marcada en las huelgas de 1906 en Cananea, Sonora y de
1907 en Río Blanco, Ver. Las cuales fueron impulsadas y organizadas por los
magonistas. Pero el elemento más significativo se da en el llamado hecho por
los magonistas el 25 de junio de 1908. Donde pretendían alzar en armas al
pueblo de México “de manera organizada y planeada”. En contra de la dictadura
de Porfirio Díaz. Estas luchas no prosperaron debido al acose e infiltración
que sufrieron las filas magonistas, en realidad, los tenían bien vigilados por
agentes encubiertos de la dictadura porfirista, así como de agentes del
gobierno de USA. Los cuales tenían bien informado al dictador Porfirio Díaz, de
los movimientos y acciones que llevaban a cabo los también miembros del Partido
Liberal Mexicano. Con dicha información Díaz rápidamente organizaba la
represión y disolvía las pretendidas acciones y la organización. Por lo regular
en este tipo de acciones represivas había muertos y encarcelamientos de los
revolucionarios. En 1910 se desarrolla un movimiento armado el cual se
generaliza a nivel nacional, Porfirio Díaz es derrotado, pero el movimiento
armado continúa ya que las demandas Zapatistas no son cumplidas por Francisco I
Madero, quien es derrocado y asesinado junto con José María Pino Suárez, en
dicho asesinato estuvieron involucradas las empresas petroleras y se señala al
embajador de USA Henry Lane Wilson como uno de los actores intelectuales. En
realidad, el problema que se suscitó entre Madero y las trasnacionales
petroleras fue debido a un impuesto que se trató de establecer a las compañías
petroleras en el gobierno de Madero. Se trataba de un impuesto especial, del
timbre sobre el petróleo crudo de producción nacional a razón de 10 centavos
oro por tonelada. Además, se dieron los primeros pasos para reglamentar el
funcionamiento de la industria petrolera. El asesinato de Madero impidió que se
llevaran estas acciones. A la muerte de Madero asciende al poder Victoriano
Huerta a quien históricamente se le conoce como el “usurpador”, el cual tampoco
tiene intenciones de cumplir con las demandas Zapatistas “Tierra y libertad”.
Estaba en contra de los preceptos revolucionarios, Estados Unidos no lo
reconocía como presidente, la opinión pública de ese país, condeno el asesinato
de Madero. De tal forma que el proceso armado continuaba. Huerta no hizo ningún
tipo de reclamo a las trasnacionales petroleras. Venustiano Carranza emprendió
la lucha armada en contra del usurpador, cuando Carranza llego al poder se dio
cuenta de lo que representaba la industria petrolera. Impuso a las
trasnacionales un impuesto denominado de barra que dio a su ejército sumas de
dinero importantes para sostener la lucha en contra de Francisco villa y los
soldados de la convención. Se dice que los ingresos derivados de dicho impuesto
fueron un elemento importante en la derrota del ejercito Villista. Las
compañías petroleras al conocer la actitud política de Carranza en torno a sus
intereses, trataron de hacer sobrepeso y mantenerse en una actitud segura, por
tal motivo contrataron a un personaje sin escrúpulos para mantener en nuestro
país un ejército el cual protegiera sus intereses. Manuel Peláez se levanta en
armas el 1 de noviembre de 1914, en zonas petroleras y contra Carranza. El
ejército de Peláez era pagado con dinero de las petroleras, a base de terror y
asesinatos, por seis años controlo un vasto territorio incluidos asentamientos
humanos, rancherías, pueblos etc. Peláez también se dedicó a reprimir y matar a
los disidentes petroleros de la época. Cuando menos durante seis años las
trasnacionales petroleras mantuvieron un ejército, en contra del gobierno de
México, los denominados “guardias blancas”, los cuales utilizaban para
salvaguardar sus intereses y continuar con el saqueo de nuestros recursos
naturales y la explotación de la mano de obra de los mexicanos. Todo este
despliegue y el pago de un ejército con el fin de evadir la legitima
intervención del gobierno de México. De esta incriminación las trasnacionales
petroleras “Estándar Oil Compamy” de New Jersey y de la Royal Dutch Shell”
jamás podrán defenderse.
Algunos aspectos sobre el artículo 27 constitucional.
Durante el proceso revolucionario se llevó el congreso
constituyente, el 5 de febrero de 1917 se establece la nueva Constitución
política de los Estados Unidos Mexicanos. Es conveniente señalar que en el
congreso constituyente se manejaron dos grupos y desde entonces la revolución
no se ha concretado, quedando dividida sin que se llegue a un acuerdo común. Un
grupo se manifestaba porque México continuará siendo más o menos lo que fue y
el otro grupo quería transformar de manera radical el país. Carranza apoyo y
estuvo con el primer grupo, el que quería detener el proceso revolucionario, la
derecha. El artículo 27 constitucional es resultado de dicha convención, dice
en su párrafo cuarto lo siguiente: “corresponde a la Nación el dominio directo
de todos los minerales o sustancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos,
constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los
terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides
utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal, gema
y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos
derivados de la descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite
trabajos subterráneos; los fosfatos susceptibles de ser utilizados como
fertilizantes: los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los
carburos de hidrogeno sólidos, líquidos y gaseosos”. La respuesta de las
trasnacionales no se hizo espera, emprendieron una campaña muy agresiva y de
desprestigio en contra de la nueva constitución, en especial sobre el artículo
27, la cual condenaba las aspiraciones y anhelos del pueblo de México. Está
campaña era financiada y dirigida principalmente por la “Estándar Oil Company”
y desde Estados Unidos se lanzaban los ataques. El 13 de abril de 1917 se
estableció un impuesto de producción al petróleo que debía pagarse en timbres.
Este impuesto no era sobre la producción sino sobre la exportación. Se dispuso
de esta manera ya que las concesiones otorgadas a las trasnacionales tenían el
gravamen sobre la producción. La compañía el águila tenía una concesión desde
1906 la cual la excluía de todo tipo de impuesto a excepción de la renta del
timbre. La empresa trasnacional el águila trato de evadir el pago de impuestos,
finalmente acordó entregar mensualmente, en la tesorería de la federación,
sumas semejantes a las de dicho impuesto, pero siempre ligeramente menores, las
entregas las hacían bajo protesta y en calidad de depósito, a cuenta de
impuestos futuros; y así la llevaron desde 1917 hasta enero de 1935, en que fue
declarada nula su concesión. Por Lázaro Cárdenas. 1919 fue un año de constante
lucha entre las trasnacionales petroleras y el gobierno de México. Que aspiraba
a la Nacionalización del subsuelo basado en el artículo 27 constitucional. Y
las trasnacionales que señalaban que la aplicación del artículo 27 era a partir
del momento de su expedición, por tanto, todas las concesiones y terrenos
obtenidos por estas antes de la aparición del artículo 27 eran inafectables.
Esta controversia estuvo llena de ataques por parte de las trasnacionales
petroleras, las cuales aparte de Peláez contaron con más pistoleros para
mantener sometidas las luchas de los trabajadores petroleros, por constituir su
sindicato. De tal forma que muchas de las trasnacionales incurrían en numerosos
delitos y actos ilegales, la que más se distinguió por sus arbitrariedades,
falta de escrúpulos y crímenes, fue, la “Huasteca petrolium company”, a tal
grado que entre marzo y abril de 1919 se publicó en varios periódicos de México
el acuerdo presidencial el cual señalaba que si el Sr. William Green gerente
general de la Huasteca petrolium company continuaba utilizando la violencia y
no respetaba las leyes del país se le aplicaría el artículo 33 constitucional.
La expropiación de la industria petrolera.
Después de toda una serie de huelgas y movimientos político
sindicales impulsados por los trabajadores petroleros en contra de las
trasnacionales petroleras, debido a toda una serie de injusticias, maltratos y
discriminación. El 15 de agosto de 1935 los trabajadores petroleros lograron
formar el sindicato nacional de industria, al cual denominaron Sindicato
Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Poco
tiempo después de su formación el STPRM, estaba listo para emprender la lucha por
mejores condiciones de trabajo, para 1936 ya tenían la redacción de un proyecto
de Contrato Colectivo de Trabajo, donde se solicitaba una jornada de 40 horas y
el pago del salario completo en caso de enfermedad, se pedía aumento de
salarios y prestaciones, que ascendían a unos 70 millones de pesos, las
compañías ofrecían un máximo de 14 millones de pesos. Las partes no llegaron a
ningún acuerdo, las petroleras son emplazadas a huelga, pero por intervención
de Lázaro Cárdenas la huelga se fue posponiendo. Cárdenas propuso que se
formara una mesa de trabajo, los trabajadores les propusieron a las
trasnacionales el proyecto de CCT donde se señalaban toda una serie de
prestaciones, las empresas estuvieron de acuerdo con el CCT, pero se
manifestaron en contra de las prestaciones. En noviembre de 1936 estuvo a punto
de estallar la huelga ya que no había acuerdo entre los trabajadores y las
compañías. Lázaro Cárdenas intervino en este proceso y les propuso a las partes
llevar una convención obrero-patronal, durante 120 días, en dichas pláticas
estuvieron presentes representantes del gobierno tratando de conciliar para que
las partes llegaran a un acuerdo que resolviera de manera razonable el
conflicto. Lo cual no se lograron. La convención se dio por terminada a principio
de mayo de 1937. Y, el 27 de mayo estallo la huelga, los estragos en la
sociedad y la industria no se hicieron esperar ya que, al paso de los días, el
combustóleo, la gasolina, en si los petrolíferos empezaron a escasear. Ante
esta situación las trasnacionales empezaron a atacar a los trabajadores en los
medios, señalando que tenían buenos salarios y prestaciones. La actitud de los
dueños y representantes de las petroleras en este conflicto siempre fue
prepotente y altanera. Para ese momento Lombardo Toledano era dirigente de la
CTM y les propuso a los petroleros un cambio de estrategia. Cambiando el
problema laboral en un “conflicto económico”, este elemento suponía transformar
el problema laboral y alejarlo de los tribunales laborales y llevarlo a niveles
de decisión gubernamental. Los petroleros aceptaron está estrategia y
levantaron la huelga bajo la condición de que la problemática se analizara como
un conflicto económico, el gobierno nombró una comisión de 3 peritos, los
cuales estudiarían la problemática. El 7 de junio de 1937 el STPRM interpuso la
demanda de conflicto de orden económico y el 9 de junio levantaron la huelga.
Con base en la ley los peritos tenían que presentar a la junta en un término
legal de 30 días un informe del estado financiero de las empresas. Dicha
comisión realizo un informe que constaba de 2,700 páginas, el cual fue resumido
para su presentación en 100 páginas, dicho informe fue presentado el 3 de
agosto de 1937. Más bien era un documento de corte político. En donde se hacía
mención de toda una serie de anomalías cometidas por las empresas en contra de
los trabajadores, del gobierno de México y de la nación. Señalando que las
empresas solo veían por su interés propio. Uno de los elementos que agudizaron
el conflicto fue que en su conclusión los peritos señalaron que las compañías
petroleras establecidas en México producían rendimientos muy superiores a las
de Estados Unidos. El 18 de diciembre de 1937 los tribunales del trabajo
emitieron su fallo, condenaban a las empresas a pagar los salarios caídos por
un monto de 26 millones 200 mil pesos y se les indicaba que tenían que pagar
prestaciones similares a las propuestas por los peritos a sus trabajadores. Las
compañías no aceptaron el fallo e interpusieron una demanda de amparo el 2 de
enero de 1938 ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El cual les fue
negado. El primero de marzo de 1938 el laudo a favor de los trabajadores fue
ratificado en los tribunales del trabajo y se le informo a la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje para que cumpliera dicho laudo en un término de 72
horas. A esas alturas del juicio las trasnacionales no podían hacer nada en el
ámbito legal, pero seguían en rebeldía. A solicitud del STPRM la junta declaro
terminado el Contrato Colectivo de Trabajo entre los trabajadores y las
empresas, posteriormente tuvo que declarar a las empresas en rebeldía ya que se
negaron a acatar el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El 3 de
marzo de 1938 la Suprema Corte de Justicia les negó el amparo a las
trasnacionales, este hecho los obligaba a incrementar los salarios y mejorar
las condiciones laborales de los petroleros. En ese contexto se señala que
Lázaro Cárdenas participo en varias reuniones con los directivos de las
compañías, cuando menos los días 3, 6 y 7 de marzo de 1938. El día 7 de marzo
el presidente Lázaro Cárdenas les propuso a las empresas el pago de los 26
millones como garantía para que se resolviera el conflicto. “Uno de los dueños
de una de las compañías preguntó "¿Y quién lo garantiza?". "El
presidente de la República" contestó Lázaro Cárdenas, a lo cual el dueño
respondió "¿Usted?". Lázaro Cárdenas dio por terminadas las
pláticas”. Se dice que este incidente marco de manera decisiva la postura de Cárdenas
en torno a la problemática que representaban las trasnacionales petroleras en
nuestro país. Las cuales gozaban de muchos privilegios, no pagaban impuestos,
los salarios que pagaban eran muy precarios, su injerencia en la vida política
y económica del país era muy activa, llegaron a derrocar presidentes etc., pero
la gota que derramo el vaso fue la actitud prepotente y altanera que
manifestaron en el conflicto obrero patronal. En donde no estaban de acuerdo a
acatar las leyes de México. El 18 de marzo de 1938, las compañías fueron
advertidas que se planeaba algo fuerte para ellas, y declararon que estaban
dispuestas a pagar los 26 millones de pesos. Sin embargo, Cárdenas ya había
tomado la determinación y a las 8 de la noche, por la radio en cadena nacional,
leyó un mensaje a la nación en el cual declaro la expropiación de la industria
petrolera. Pasando a ser propiedad de la nación. Esta disposición se llevó con
base en la ley de expropiación del 23 de noviembre de 1936 y con la aplicación
del artículo 27 constitucional. Las trasnacionales expropiadas fueron: Compañía
Mexicana de Petróleo El Águila, (London Trust Oil-Shell), Mexican Petroleum
Company of California (ahora Chevron-Texaco la segunda empresa petrolera
global) con sus tres subsidiarias: Huasteca Petroleum Company, Tamiahua
Petroleum Company, Tuxpan Petroleum Company; Pierce Oil Company, subsidiaria de
Standard Oil Company (ahora Exxon-Mobil, la más grande empresa petrolera
mundial); Californian Standard Oil Co. de México; Compañía Petrolera Agwi, SA.,
Penn Mex Fuel Oil Company (ahora Penzoil); Stanford y Compañía Sucrs. Richmond
Petroleum Company of Mexico , ahora (ARCO); Compañía Exploradora de Petróleo la
Imperial SA., Compañía de Gas y Combustible Imperio y Empresas; Mexican
Sinclair Petroleum Corporation, sigue siendo Sinclair Oil; Consolidated Oil
Companies of Mexico SA, Sabalo Transportation Company; y finalmente la Mexican
Gulf Petroleum Company (luego llamada Gulf). El 21 de marzo de 1938 las
trasnacionales fueron convocadas para que se pusieran de acuerdo con la
Secretaría de Hacienda. Sobre la indemnización que recibirían por sus bienes.
Pero las compañías no estaban de acuerdo con la nacionalización y señalaron que
era un acto confiscatorio y el 22 de marzo apelaron al departamento de Estados
Unidos, para que interviniera en esta acción que consideraban violatoria. El 30
de marzo el secretario de Estado de USA Mr. Hull, declaro “que el gobierno de
su país no ponía en duda el derecho de México en el ejercicio de su poder
soberano, a expropiar bienes que estuvieran bajo su jurisdicción”. Cárdenas
respondió de manera formal ante este hecho. “mi gobierno considera que la
actitud adoptada por el gobierno de Estados Unidos en lo relativo a la
expropiación de las compañías petroleras, reafirma una vez más la soberanía de
los pueblos de este Continente, la cual ha mantenido tan entusiastamente el
estadista del país más poderoso de América, su excelencia el presidente
Roosevelt. Por este gesto Sr. Embajador su presidente y su pueblo han ganado la
estimación del pueblo de México”. El 23 de marzo de 1938 la CTM convoco a una
manifestación en apoyo a Lázaro Cárdenas, dicha manifestación pasó de ser una
manifestación obrera a una manifestación popular de una gran magnitud, se
calcula que más de 200 mil personas estuvieron desfilando frente a palacio
nacional, durante gran parte del día para manifestar su apoyo por la
expropiación petrolera. Hay que hacer el señalamiento que el apoyo de los
trabajadores y del pueblo de México no solo quedo manifiesto en la
concentración del 23 de marzo. Sino que el pueblo de México fue el que pago la
indemnización a las trasnacionales. Durante los siguientes meses se hicieron
colectas en donde el pueblo aporto lo que tenia, para pagarle a las
trasnacionales, huevos, gallinas, llaves de cobre etc. Hace poco tiempo una
señora me comento (2006) que cuando era niña ella contribuyo, dio su primera
costura o su primer bordado “por eso yo también soy dueña de PEMEX”, dijo. A
manera de conclusión. Lo que entendemos como expropiación petrolera. En realidad,
fue un acto de la aplicación de la ley y la justicia a las empresas
trasnacionales. En donde simplemente les fueron retiradas las concesiones que
se les habían otorgado. Dicha acción se hizo con base a derecho, fundamentada
por el artículo 27 constitucional, el cual señala que “la riqueza del subsuelo
pertenece a la nación.” El artículo 27 constitucional está aún vigente, sin
embargo, mediante una ley secundaria, los gobiernos neoliberales desde 1992 han
estado otorgando concesiones nuevamente a las empresas trasnacionales para que
hagan funciones que constitucionalmente le corresponden al Estado por medio de
PEMEX. En la actualidad el gas se ha privatizado, la industria petroquímica
nacional no funciona ni al 30%, los aceites de trasmisión y las grasas industriales
son importados, el 80% de las gasolinas se importan, etc. A México lo han
convertido en un productor y exportador de crudo. No es posible que se estén
exportando las materias primas y posteriormente se importen productos
transformados o ya elaborados y por supuesto más caros. El caso de la gasolina
es muy ilustrativo. Somos un país petrolero y tenemos que comprar este producto
a precios internacionales. Pero hasta el momento las autoridades de nuestro
país no quieren entender o están mal informadas. Finalmente tenemos que señalar
que en la revolución mexicana murieron más de un millón 200 mil hombres y
mujeres, los cuales dieron su vida, para heredarnos patria y libertad. La
constitución política de 1917 es un pacto social para mantener la estabilidad
en nuestro país. Pero desde hace mucho tiempo no se cumple este pacto, la
constitución ha sido violada constantemente, por quienes juran cumplirla y
hacerla cumplir. Desde las altas esferas del poder se imponen políticas,
reformas, leyes, etc., las cuales en muchos de los casos son contrarias a los
intereses del pueblo y de la nación. Por eso señalamos que el pacto social está
roto. Y en 2013 con la llamada Reforme Energética de peña Nieto el pacto social
dejo de existir.
Los constitucionalistas de 1917, cuando escribieron el
artículo 27 constitucional, señalaron que el petróleo no podía quedar en poder
de los particulares, mucho menos en manos de las trasnacionales, tampoco podía
quedar en manos del Estado. Por tanto, se determinó que debía ser propiedad de
la nación y la nación somos todos y cada uno de los mexicanos, desde el recién
nacido hasta el más longevo. Este precepto constitucional sigue vigente, pero
no se cumple y se está entregando la riqueza del pueblo de México a intereses
extranjeros, como sucedió a principio del siglo pasado. En aquel tiempo se
ignoraba de los alcances que podía tener está industria.
En el neoliberalismo trataron de destruir y acabar con Pemex
no lo lograron, pero la dejaron en condiciones muy desfavorables.
En la actualidad el Gobierno de AMLO está tratando de
redimir la Industria energética, sin embargo, las trasnacionales y los neoliberales
le están dando la batalla, la iniciativa de ley eléctrica al parecer ya se la
están echando abajo.
Por todo lo anterior es de importancia que los trabajadores
del sector energético y el pueblo de México nos unamos para elaborar una
propuesta de renacionalización de la Industria Energética y que el artículo 27
constitucional quede como fue redactado por los Constitucionalistas de 1917.
¡¡¡Fuera Charros del
STPRM!!!
Unidos venceremos.
petroleros36.blogspot.com
petroleros36@gmail.com
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